El país presenta grandes incentivos e inversiones en empresas de tecnología y se coloca entre los primero lugares en innovación en Latinoamérica.
México es un país con una población joven y de actitud muy positiva en relación a las oportunidades de emprendimientos en tecnología. Es una población que direcciona sus esfuerzos para la capacitación, enfocados en trabajar no solamente en el desarrollo interno sino también para exportaciones, además de poseer alta capacidad creativa y de innovación, ya que todavía cuenta con aportes gubernamentales en el sector.
Por esas razones es considerado uno de los países latinos más enfocados al desarrollo de la digitalización de la economía, dando oportunidades para el emprendimiento de negocios enfocados a la tecnología.
Las empresas presentes en territorio mexicano aseguran contar con un potencial de crecimiento, gracias a la disponibilidad de talentos certificados en diferentes áreas de servicios de TI, siendo que este capital humano permite desarrollar soluciones de sistemas innovadores para mejorar los procesos y reducir costos para los negocios.
Los centros tecnológicos en México incentivan al sector como un todo.
Algunas regiones son más prometedoras que otras, como por ejemplo, la Ciudad de México, que tiene mayores ofertas de empleo en e-Learning y es la tercera de mayor crecimiento dentro del mercado de TI y en la industria de TI.
Otras ciudades, como Aguascalientes, Guadalajara y Monterrey, cuentan con centros interesantes de inversión en tecnología, alimentados por la presencia de empresas que actúan en el sector y con un fuerte incentivo gubernamental que se desarrolla.
En la región de Jalisco, que es llamada de “Silicon valley” Latino, existe un cluster de TI comparable con el “Silicon valley” americano por la cantidad y calidad de las empresas que invierten en el local.
Son ciudades en donde la multitud de empresas de TI presentes, incentivan el desarrollo de mano de obra capacitada y la búsqueda de mejor infraestructura, así mismo, canales logísticos para el flujo de productos y servicios.
La digitalización de la economía repercute en el crecimiento del PIB per cápita.
El incentivo directo en el sector de TI repercute en las ganancias para la población, ya que la digitalización de la economía significa avances elevados en la competitividad de un país.
Estudios recientes estiman que el aumento del 10% en la digitalización de la economía, puede aumentar el crecimiento del PIB per cápita un 40%. Debido a que presenta beneficios relacionados, principalmente, a la eficiencia en el uso de recursos, mejora del proceso en la toma de decisiones y eficiencia energética.
La digitalización todavía posibilita el surgimiento de nuevos modelos de negocio, provocando grandes cambios en el mercado y en las estrategias de las empresas, impactando directamente en las organizaciones y afectando la forma como se establece el control interno, la optimización de procesos y el aumento de productividad. En este contexto, pequeñas empresas y startups, por ejemplo obtienen la oportunidad de penetrar en grandes mercados, ofreciendo soluciones para empresas mayores.
Con la digitalización de la economía es posible ofrecer una infraestructura más amplia, confiable e inteligente, siendo así, atractiva para recibir recursos necesarios para el desarrollo industrial y comercial continuo.
Crecimiento del mercado a mediano y largo plazo.
México está en el epicentro de los movimientos de transformación de diversos sectores, incluyendo electrónicos, bienes de consumo y automóviles, obteniendo cada vez más mejor impulso para desarrollarse. El país es líder en innovaciones en Latinoamérica por invertir constantemente en software, investigaciones y desarrollo en Tecnología de la Información.
Para seguir siendo uno de los países preparados para recibir incentivos y nuevas empresas del sector, investigaciones de Cisco apuntan que México debe continuar invirtiendo en infraestructura de banda ancha e incentivar a las nuevas generaciones en la formación de mano de obra capacitada para el mercado de TI, al igual que incentivar negocios locales con inversiones y políticas que motiven a las empresas innovadoras a ser parte de la cadena productiva de tecnología.
Fuentes:
